La emoción a flor de piel: Baglietto y Vitale en Córdoba
- Brenda Petrone Veliz
- 28 ago 2021
- 3 Min. de lectura
El grupo musical conformado por dos astros legendarios y sus hijos se presentó anoche en la Plaza de la Música en el marco de la gira por sus 30 años sobre los escenarios.
Fotos: Lucas Matías
La noche del Mercado Alberdi, ubicado sobre el plano de la Plaza de la Música, destilaba encanto y belleza. Su estilo industrial cubría el frío del invierno cordobés de música, diseño y cultura.
La gente llegaba al lugar con esa esperanza intacta de ver un recital en vivo después de los estragos pandémicos a los shows en la ciudad. Un mar de edades diferentes se construía de a poco sobre la Plaza entre las sillas del formato teatro. Con una pacífica entrada, el público ocupaba su lugar y escuchaba las indicaciones de los mozos y mozas del evento.
En el aire se respiraba mucha paz y tranquilidad, dos emociones que desatarían otras más movilizantes en el trascurso de la noche. De esa magia que transformaba el lugar, las figuras de Jano Vitale en el bajo y Julián Baglietto en la batería surgieron desde las sombras bajo un silencio respetuoso. Cuando ingresaron los históricos músicos, la gente inundó el espacio de aplausos.

El escenario era la escena de un musical donde la historia se contaba con canciones. Las luces acompañaban cada momento de forma particular. Las que estaban en el suelo daban una mirada inspiradora particular, algo pocas veces explicable porque es más sentible. Sí, sentible.
Una vez acomodados empezó a sonar Dios y el diablo en el taller. La poesía de las letras de Baglietto y Vitale, tanto las suyas como los covers, reunían las mismas energías con las que seguramente fueron compuestas. Por ejemplo, con Príncipe del manicomio, el amor se describió desde el desgarro de un mundo estrafalario donde la memoria es el recurso que nos mantiene vivos.
En cada canción, ambos artistas se metían en un personaje. Actuaban cada frase y la hacían suya arriba de la escena. Así se sucedieron DLG, Parado, Qué he sacado con quererte y Vámonos.
En este recorrido de sus 30 años en la música, en el escenario sólo quedó el dúo viejo para tocar un set de tangos que prendió fuego las cuatro paredes. "Desde el comienzo descubrimos que lo que más nos seducía era interpretar tangos", dijo Baglietto. Con esas palabras y su deslumbre en Los Mareados y Renaceré, la Plaza de la Música cobró vida con la emoción de la gente.

Luego, los artistas contaron que hablar de tango en sus épocas juveniles era encontrar el motivo para desligarse de sus padres. Hoy, muchos años después, la semilla plantada germinó en la música que no pueden parar de tocar.
La familia siempre fue algo que caracterizó a los músicos y al verla crecer cada vez más decidieron hacerla parte de su locura. Por eso, sus hijos hoy son parte de su camino artístico, pero también son parte del de cada uno. Fue un deleite escuchar a Jano y a Julián cantar y tocar con su impronta y más aún cuando subió Fermín Baglietto a presentar su segundo sencillo en frente del público, faltando unos minutos para su estreno en Spotify.
Baglietto y Vitale en Córdoba dieron un show súper emotivo y cargado de una vibra positiva, calmada y alegre. El gusto de verlos sobre la escena una vez más sacó muchas sonrisas y algunas lágrimas en la gente que se quedó para verlos salir una vez más y cerrar todo con Tratando de crecer.